El estilo nórdico se ha convertido en uno de los estilos más demandados en las actuales tendencias de interiorismo. Gracias al enfoque funcional, estético y sensación de calidad, lo hace un estilo ideal para cualquier tipo de espacio.
Si estás buscando transformar tu hogar con un diseño que respire simplicidad y naturalidad, el estilo nórdico es la elección perfecta. En este artículo te contamos con todo detalle lo que necesitas saber sobre esta tendencia y los materiales clave que necesitas para aplicarlo en revestimientos.
¿Qué es el estilo nórdico?
El estilo nórdico, o en su defecto el estilo escandinavo, nació en los países del norte de Europa a principios del siglo XX. Este diseño combina belleza y funcionalidad y se enfoca en maximizar la luz natural y crear espacios serenos y equilibrados. Su esencia radica en la simplicidad y el uso de materiales que son sostenibles, convirtiéndose en una referencia dentro de los estilos del interiorismo.
Haciendo referencia al revestimiento, el estilo nórdico se caracteriza por el uso de materiales naturales y acabados que aportan textura y calidez. Destacan los colores neutros, como el blanco, beige y grises claros. Estos tonos ayudan a reflejar la luz y ampliar de manera visual los espacios. Aunque siempre hay lugar para contrastes muy sutiles con detalles de madera natural en tonos oscuros.
Características del estilo nórdico
Una de las principales características que tiene el estilo nórdico es que se centra en la funcionalidad. Cada elemento que conforma tiene un propósito claro, evitar la sobrecarga visual. Esto quiere decir que los interiores deben transmitir orden, limpieza y calma.
En cuanto a los revestimientos, el estilo nórdico busca utilizar materiales que resalten la simplicidad. Los suelos de madera clara son un básico, complementados con paredes que estén revestidas con tonos neutros o con texturas suaves. Los listones de madera, por ejemplo, son perfectos para crear paneles verticales o detalles decorativos en paredes y techos, aportando una estética contemporánea sin perder la esencia natural.
Otro aspecto que los hace distintivo es el uso de la luz. Los interiores nórdicos están hechos para aprovechar al máximo la iluminación natural, utilizando superficies lisas y colores claros que ayuden a potenciar su reflejo. Esto lo hace un estilo ideal para aquellas viviendas con climas donde los días son más cortos o la luz natural es más limitada.
Materiales ideales para el estilo nórdico
El estilo nórdico tiene una fuerte conexión con la naturaleza, y sus materiales muestran esta relación. En revestimientos, los acabados de madera, piedra y cerámica en tonos neutros predominan. La madera clara, como el roble o el abedul, es el material más representativo, tanto en los suelos como en paredes y en muebles. También puedes incorporar detalles en cerámica que combinan perfectamente con la estética minimalista.
Para quienes buscan algo más innovador, las opciones de uso de paneles decorativos de madera reciclada son una excelente elección. Estos materiales no solo son sostenibles, sino que también añaden profundidad y textura al espacio.
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